Sé que te gusta interpretar estar historias con moraleja, así que hoy te traigo una brevísima historia para que me cuentes qué interpretación le das tú.
Hoy te voy a contar una historia. Esta historia fue extraída del best-seller “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, de Stephen Covey. Y esto es lo que dice…
Supón que te encuentras con alguien que trabaja febrilmente en el bosque, cortando un árbol con una sierra.
- ¿Qué estás haciendo? - le preguntas.
- ¿No lo ves? - te responde él con impaciencia - Estoy cortando este árbol.
- ¡Se te ve exhausto! - exclamas tú - ¿Cuánto tiempo llevas trabajando ahí?
- Más de cinco horas, y estoy molido. Esto no es fácil.
- ¿Por qué no haces una pausa durante unos minutos y afilas la sierra? - preguntas tú -. Estoy segura de que cortaría mucho más rápido.
- No tengo tiempo para afilar la sierra - dice el hombre enfáticamente -. Estoy demasiado ocupado cortando este árbol.
Y esta es la historia. Lo que Stephen Covey recomienda a partir de ella es que nos tomemos el tiempo necesario para afilar nuestra sierra. ¿A qué crees que se refiere?
Hace tiempo me contaron una historia similar. Quien me la contó no recordaba dónde la había leído, pero quiero contartela pues creo que la similitud con la historia anterior es altísima, y quizás pueda ayudarte a encontrar la enseñanza escondida en ambas, pues es la misma. Dice así:
Imagina que vas conduciendo. Algo necesario para poder conducir es que el coche tenga gasolina. Pues imagina esta situación, como te decía, vas conduciendo. Tu acompañante te dice:
- Creo que tendrás que parar para echar gasolina.
- Imposible - dices tú - estoy conduciendo y no puedo parar porque tengo que llegar, así que tengo que seguir conduciendo.
Fin de la historia. ¿Ves ahora la enseñanza oculta? ¿Has podido extraer una moraleja de estas historias? Pásate por la sección de comentarios y cuéntanos tu interpretación.
Y recuerda: Tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz. ¡La decisión es tuya!
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