¿Y si William Shakespeare hubiera tenido una hermana con tanta imaginación, tanto ingenio y tanto don de la palabra como él? ¿Habría ido a la escuela y enardecido el escenario?
En su ensayo "Una habitación propia", Virginia Woolf argumenta que esto habría sido imposible. Se inventa una hermana ficticia encerrada en su casa, garabateando unas páginas a ratos perdidos hasta que finalmente tiene que huir para no ser entregada en matrimonio. Mientras su hermano se hace rico y famoso, ella termina abandonada en el anonimato.
En este ejercicio mental, Woolf demuestra la tragedia del genio reprimido, y retrocede en el tiempo buscando rastros de estas historias ocultas. Woolf escribió: "Cuando leemos sobre una bruja zambullida en agua, una mujer poseída de los demonios, una sabia mujer que vendía hierbas o incluso un hombre muy notable que tenía una madre, nos hallamos, creo, sobre la pista de una novelista malograda, una poetisa reprimida, alguna Jane Austen muda y desconocida".
"Una habitación propia" plantea un mundo que se priva de grandes obras de arte debido a la exclusión y la desigualdad. ¿Cuál es la mejor manera de entender la experiencia interna de la alienación? En sus ensayos y en su narrativa, Virginia Woolf hace uso del lenguaje para describir la naturaleza inasible de la experiencia subjetiva. A menudo sus personajes llevan vidas interiores que se contradicen totalmente con lo que exteriorizan. Para poder entender estas diferencias la próxima vez que lean a Woolf, aquí hay algunos aspectos de su vida y su trabajo para tener en cuenta.
Nació en 1882 con el nombre de Adeline Virginia Stephen, en el seno de una gran familia adinerada, lo que le permitió dedicarse a las artes. A la muerte de su madre en 1895, le siguió la muerte de su media hermana, de su padre y de su hermano, todo en un lapso de 10 años. Estas pérdidas provocaron el primer episodio depresivo de Woolf, y su posterior internación.
En su juventud, compró una casa en el barrio londinense de Bloomsbury junto con sus hermanos. Esto la introdujo en un círculo de personalidades creativas, incluyendo E.M. Forster, Clive Bell, Roger Fry, y Leonard Woolf. El círculo se hizo conocido como el "Grupo de Bloomsbury", y Virginia y Leonard se casaron en 1912.
Los miembros del grupo eran figuras importantes del modernismo, un movimiento cultural que buscaba experimentar con las formas de representar la realidad. Los rasgos de la literatura modernista incluyen el uso del flujo de conciencia, el monólogo interior, la distorsión temporal, y puntos de vista múltiples o variables. Estos aparecen en la obra de Ezra Pound, Gertrude Stein, James Joyce, y la misma Woolf.
Woolf empezó a escribir "La Sra. Dalloway" mientras leía "Ulises" de Joyce. Como "Ulises", la historia se desarrolla en el transcurso de un solo día y comienza con una situación aparentemente prosaica. "La señora Dalloway dijo que ella misma compraría las flores". Pero la novela se adentra en el pasado traumático de los personajes, entrelazando el mundo interior de la dama de alta alcurnia Clarissa Dalloway, con el de Septimus Warren Smith, un excombatiente atormentado.
Woolf usa el monólogo interior para hacer un contraste entre la riqueza del mundo de la mente y la vida exterior de sus personajes. En su novela "Al faro", momentos banales, como una cena o la pérdida de un collar, provocan revelaciones psicológicas en las vidas de los Ramsay, una versión ficticia de la familia de Woolf en su juventud. "Al faro" también contiene uno de los ejemplos más famosos de la innovadora representación del tiempo que caracteriza a Woolf.
La sección "Pasa el tiempo", condensa diez años en unas 20 páginas. Aquí, la ausencia de personas en la casa de la playa de los Ramsay le permite a Woolf reinventar el tiempo en instantes y fragmentos. "La casa estaba vacía, abandonada. Vacía como una concha en un montón de arena llena de granos de sal al abandonarla la vida".
En su novela "Las olas", hay poca distinción entre las narrativas de los seis personajes principales. Woolf experimenta con la conciencia colectiva, combinando a veces las seis voces en una sola. "No solamente hacia mi propio pasado me vuelvo; yo no soy un solo ser sino varios: no sé exactamente quién soy: Jinny, Susana, Neville, Rhoda o Luis, ni cómo distinguir mi vida de la de ellos".
En "Las olas", seis se hacen uno, pero en la ambigua "Orlando", un único personaje tiene múltiples identidades. El protagonista es un poeta que cambia de sexo y vive 300 años. Por su lenguaje fluido y su abordaje de la identidad, "Orlando" es considerado un texto clave en los estudios de género. La mente puede volar lejos del cuerpo, pero debe siempre regresar a las limitaciones de la vida.
Como muchos de sus personajes, Woolf tuvo un final trágico cuando se suicidó ahogándose a la edad de 59 años. Sin embargo, Woolf expresó esperanza más allá del sufrimiento. Con su pensamiento profundo, los personajes de Woolf trascienden temporalmente su realidad material, y al observar cuidadosamente la complejidad de la mente, su obra demuestra que es importante compartir con otros nuestra vida interior.
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